Este proceso implica considerar aspectos relacionados con la temperatura, la hidratación, el descanso y el bienestar emocional.
Aquí algunos consejos prácticos:
Mantén la habitación fresca
Usa ventiladores o aire acondicionado a 22-24 °C, cierra cortinas para bloquear el sol y viste al paciente con ropa ligera y transpirable. Al anochecer procura abrigo si la temperatura desciende en la habitación.
Garantiza hidratación
Ofrece agua fresca, infusiones frías y alimentos ricos en agua como sandía, melón y pepino.
Espacio de descanso adecuado
Usa sábanas y almohadas de materiales frescos que permitan buena ventilación.
Evita el calor extremo
Realiza actividades en horarios frescos y protege al paciente del sol con ropa adecuada, sombrero y protector solar.
Entorno relajado
Crea un ambiente tranquilo con actividades ligeras como leer o escuchar música relajante.
Monitorea la salud
Observa signos de deshidratación y mantén contacto con el médico para ajustar los cuidados.